Los ópalos son el resultado del tiempo, ya que se forman a lo largo de millones de años, mientras las capas de sílice y roca volcánica se superponen, atrapando a su paso esferas diminutas de agua y oxígeno. Es por esas esferas que los ópalos, en un efecto de difracción, reparten su inigualable colorido y luminosidad, siendo éstas fundamentales para determinar su calidad.
Mientras más bello sea un ópalo mayor será su calidad. Tal vez por eso su nombre se origina en el sánscrito antiguo úpala, que significa "piedra preciosa".
De acuerdo con datos históricos, los ópalos de México fueron utilizados por la cultura azteca para la elaboración de artículos ornamentales y ceremoniales entre los años 1200 y 1519. En aquel entonces al ópalo se le conocía con el nombre deuitzitziltécpal,"piedra colibrí", en alusión a la iridiscencia de la piedra yal gran parecido con el plumaje del colibrí. Existe un ópalo que fue empleado por los aztecas, conocido mundialmente con el nombre de "dios del sol azteca". Se dice que fue hallado en el siglo XVI y después formó parte de la colección de Gemas de Hope. En 1881 se vendió al Museo de Historia Natural de Chicago y ahora pertenece a la firma Tifany.
En la actualidad, además de su valor económico el ópalo lleva en sí un valor simbólico, ya que se considera piedra ideal para los nacidos en el mes de octubre.
En América la piedra de ópalo es relacionada con símbolos de confianza, pureza y serenidad; incluso hay quienes aseguran que el ópalo ayuda a alcanzar un alto nivel de espiritualidad.
A pesar de que el origen de esta piedra es volcánico, es muy sensible y debe trabajarse con extremo cuidado, ya que su composición es de dióxido desilicio con agua. La cantidad de agua oscila entre un 4% y 9%, pero puede alcanzar hasta un 20%, y es ese el motivo por el que se le considera "piedra de corazón frágil".
Es recomendable que el ópalo no se exponga al fuego o a temperaturas muy altas, ya que por las características de su composición podría deshidratarse y perder así su belleza y su calidad.
Los llamados ópalos preciosos dan un juego de colores inigualable producto de la difracción, a diferencia de la gran mayoría de las gemas. Existe una gran variedad de ópalos preciosos, de los que se pueden mencionar: el ópalo negro, muy difícil de conseguir y muy apreciado, el ópalo azul lluvia, azul pavo, rojo sangre de pichón, rojo fuego, verde esmeralda, blanco y amarillo.
Otra de sus características es que jamás dos ópalos podrán ser iguales, aun encontrándose en la misma piedra.
Fuente: http://www.mexicodesconocido.com.mx/opalos-de-magdalena-piedras-de-corazon-fragil-jalisco.html