El ópalo es un mineraloide del grupo VIII (Silicatos, Tectosilicatos), según la clasificación de Strunz relacionado con los cuarzos, aunque no es un cuarzo, y que se caracteriza por su brillo y astillabilidad.
Hasta 2012 fue considerada una especie mineral válida por razones históricas; no obstante, no es un verdadero mineral, ya que está formado por cristobalita y/o tridimita más sílice amorfa
El ópalo es seguramente una de las gemas más bellas que existen, y su efecto óptico, inexistente en ninguna otra, puede proporcionar en los ejemplares de más calidad una diversidad de colores y unos dibujos muy vistosos.
Ópalo, por definición, es el dióxido de sílice hidratada, siempre conteniendo de tres a treinta por ciento de agua. Esa característica y su relativa suavidad, con una calificación de 5,5 a 6,5, significa que ópalos requieren un cuidado especial.